jueves, 21 de enero de 2016

CUANDO FINALMENTE ME DECIDI POR OLVIDARME DE VICENTE


Cuando estaba en los últimos semestres de la universidad, sabía que no había cama para tanta gente, y que la competencia por si quiera por una almohada estaba dura. Decidí que era el momento exacto para comenzar a llenar de puntos el espacio que dice ´Experiencia Laboral´ en mi CV, por lo que hice lo de todos, iniciar desde abajo.
 Pase casi un año como ´practicante´ en cuanta emisora radial de mi ciudad me diera la oportunidad, eso sí, el titulo hay que representarlo con orgullo y cumplirlo a cabalidad, por lo que las palabras sueldo, transporte, o beneficios sociales no valen en el juego. Al pasar un tiempo en estas, me di cuenta que más de los que creía, estaban haciendo exactamente lo mismo, por lo que decidí agregar algunos ítems extra, como si fueran bonus o moneditas en un juego virtual, así que me inscribí de voluntaria online para la Naciones Unidas (donde aún pertenezco), allí trabajé con ONG´s en Nigeria y Bolivia, que me escogían para redactar artículos científicos en inglés y español, más tarde, pase a ser parte de Techo, y junto a todo el equipo de voluntarios participe en varias actividades en pro de la construcción de viviendas de emergencia en la ciudad donde vivo. Aun así, sabía que si comparaba mi cv con la de otros, la mía sería insignificante, por lo que quise estar un paso adelante y volverme más ´internacional´, tras llegar el último semestre, conseguí prácticas remuneradas* internacionales, cosa que no todo el mundo tiene y que en mi mente, pensaba resaltaría en la hoja de vida, más que si la pintara completamente con rotulador fluorescente luego de imprimirla. Pase casi un año viviendo en Egipto y trabajando en marketing, logrando grandes metas para la compañía, como fue hacer tratos en varias embajadas latinas, y otras multinacionales de gran renombre (que orgullosa me siento de eso). De aquellos días me queda la práctica que no se aprende en la universidad, y grandes amistades que aún conservo. Se preguntarán  porque regresé, y la respuesta es sencilla e irrefutable, aun me faltaba el cartón, y además Icetex pinchaba mi mente y correo electrónico cada vez que querían.
Luego de regresar a Colombia y obtener un título oficial, empecé a ´rotar mi cv´,  la suerte estaba echada, y lo mínimo a lo que aspiraba era a un puesto que por lo menos me permitiera pagar las cuotas de Icetex (no quería que me embargaran sin ni siquiera tener historial), transporte (obvio, no me iba a ir a pie todos los días), comida (¿de que vivimos?), gasticos extras (porque ajá, se trabaja para vivir, NO se vive para trabajar) y ahorro ( es lo más importante de la lista), con unos ochocientos me conformaba.  Me leí, vi y escuche un montón de artículos y videos de páginas que te enseñan cómo hacer un gran CV y dar ´buena impresión´, me inscribí en todas las bolsas de empleo virtuales que funcionan en Colombia (incluyendo la de la universidad), y organicé un calculado horario para enviar las hojas de vida, de 5:00 am a 10:00 am era la primera tanda, y de 3:00pm a 8:00pm la segunda, pero nada funcionaba, nadie llamaba, ni siquiera para una entrevista, llegue a pensar que la experiencia que tenía era demasiado insignificante, o definitivamente tenía una marca de agua en el CV que decía ´loser´, así que una vez más hice lo que los otros hacen, me fui a trabajar en un CallCenter, esta época de depresión profunda, me hizo sentir como si cada llamada que contestaba era una clase de la universidad que tiraba por la basura, esto me torturaba (además de que era malísima con los procedimientos), así que renuncie y volví a quedar en el aire, hasta que un día, después de tantos, me encontré con el maravilloso mundo del FreeLance, y fue como si un arcoíris entrara a mi mente y rodara un soundtrack de arpas. Las cosas empezaron a mejorar, y  por primera vez, no estaba haciendo lo que la mayoría hace. Trabajo con mi propio horario, tengo un buen puesto dentro de una compañía que es absolutamente virtual (todos sus colaboradores utilizamos Skype como oficina), tengo un sueldo aceptable, y he aprendido infinito.
No obstante, como sé que esto del FreeLance es todo y nada al mismo tiempo, volvió a mi mente la idea de hacer lo que los demás hacen, y es conseguir un trabajo estable, con prestaciones,  horario de oficina y bla, bla, bla, pero luego de mandar unas cuantas hojas de vida, reaccione y recordé que siguiendo a Vicente como la demás gente, no había conseguido nada.  Así que tome una decisión, inventarme mi propia ruta, primero deje de seguir a Vicente, y acepte lo que el destino me preparó, con las condiciones de estar a gusto, actualizándome y aprendiendo.  Después cree un negocio, es pequeño, aun no sé si es tan bueno en comparación con otros, y queda mucho trabajo por hacer, pero por algo se empieza (obvio no me iba a ganar un premio de FITUR, a pocos meses de haber comenzado), no sé a dónde me llevara, pero me hace feliz.  Lo bueno de esto, es que nunca me he afanado por tener más dinero del que necesito, tampoco siento la necesidad de pagar un Iphone a 24 cuotas y menos ocho años de mortificación, con la finalidad de convertirme en la última piloto de mi ciudad.
Todo esto me ha dejado una gran lección que me gustaría compartir con colegas, recién egresados o próximos a graduar, no esperes a conseguir el trabajo de tus sueños mandando hojas de vida por bolsas de empleo, no creas que tu apellido o experiencia súper internacional merezcan lo más alto, y menos esperes a ganar más de lo que sabes que te mereces. En Colombia, para conseguir un puesto de oficina, de esos de ocho horas diarias, tienes que ser de los que sigue a Vicente sin pensarlo dos veces, y los reclutadores saben identificarlos, así que no intentes engañarlos. Otro punto es que en este país, a las empresas les conviene más tener 30 técnicos a sueldo mínimo cada uno, trabajando mecánicamente, que a 5 profesionales recién egresados, con ínfulas de CEO. Un tip, consigue tus propios técnicos y sé el único que se crea el dueño,  ¿es más chévere no?, y por último, no te resignes a lo que no te gusta, si ya trabajas en algo que no te apasiona, créalo tú mismo, así inspiraras a otros a salir de la nube gris en donde están.


1 comentario:

  1. Esta es la realidad que viven los egresados de las universidades de nuestro país .Las iluciones y espectativas de trabajo se les convierte en una odisea.

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