Cuando estaba en los últimos semestres de la universidad, sabía
que no había cama para tanta gente, y que la competencia por si quiera por una
almohada estaba dura. Decidí que era el momento exacto para comenzar a llenar
de puntos el espacio que dice ´Experiencia Laboral´ en mi CV, por lo que hice
lo de todos, iniciar desde abajo.
Pase casi un año como
´practicante´ en cuanta emisora radial de mi ciudad me diera la oportunidad, eso
sí, el titulo hay que representarlo con orgullo y cumplirlo a cabalidad, por lo
que las palabras sueldo, transporte, o beneficios sociales no valen en el
juego. Al pasar un tiempo en estas, me di cuenta que más de los que creía, estaban
haciendo exactamente lo mismo, por lo que decidí agregar algunos ítems extra,
como si fueran bonus o moneditas en un juego virtual, así que me inscribí de
voluntaria online para la Naciones Unidas (donde aún pertenezco), allí trabajé
con ONG´s en Nigeria y Bolivia, que me escogían para redactar artículos científicos
en inglés y español, más tarde, pase a ser parte de Techo, y junto a todo el
equipo de voluntarios participe en varias actividades en pro de la construcción
de viviendas de emergencia en la ciudad donde vivo. Aun así, sabía que si comparaba
mi cv con la de otros, la mía sería insignificante, por lo que quise estar un
paso adelante y volverme más ´internacional´, tras llegar el último semestre, conseguí
prácticas remuneradas* internacionales, cosa que no todo el mundo tiene y que
en mi mente, pensaba resaltaría en la hoja de vida, más que si la pintara
completamente con rotulador fluorescente luego de imprimirla. Pase casi un año
viviendo en Egipto y trabajando en marketing, logrando grandes metas para la compañía,
como fue hacer tratos en varias embajadas latinas, y otras multinacionales de
gran renombre (que orgullosa me siento de eso). De aquellos días me queda la práctica
que no se aprende en la universidad, y grandes amistades que aún conservo. Se
preguntarán porque regresé, y la
respuesta es sencilla e irrefutable, aun me faltaba el cartón, y además Icetex
pinchaba mi mente y correo electrónico cada vez que querían.
Luego de regresar a Colombia y obtener un título oficial, empecé
a ´rotar mi cv´, la suerte estaba echada,
y lo mínimo a lo que aspiraba era a un puesto que por lo menos me permitiera
pagar las cuotas de Icetex (no quería que me embargaran sin ni siquiera tener
historial), transporte (obvio, no me iba a ir a pie todos los días), comida (¿de
que vivimos?), gasticos extras (porque ajá, se trabaja para vivir, NO se vive
para trabajar) y ahorro ( es lo más importante de la lista), con unos ochocientos
me conformaba. Me leí, vi y escuche un montón
de artículos y videos de páginas que te enseñan cómo hacer un gran CV y dar
´buena impresión´, me inscribí en todas las bolsas de empleo virtuales que
funcionan en Colombia (incluyendo la de la universidad), y organicé un
calculado horario para enviar las hojas de vida, de 5:00 am a 10:00 am era la
primera tanda, y de 3:00pm a 8:00pm la segunda, pero nada funcionaba, nadie
llamaba, ni siquiera para una entrevista, llegue a pensar que la experiencia
que tenía era demasiado insignificante, o definitivamente tenía una marca de
agua en el CV que decía ´loser´, así que una vez más hice lo que los otros
hacen, me fui a trabajar en un CallCenter, esta época de depresión profunda, me
hizo sentir como si cada llamada que contestaba era una clase de la universidad
que tiraba por la basura, esto me torturaba (además de que era malísima con los
procedimientos), así que renuncie y volví a quedar en el aire, hasta que un día,
después de tantos, me encontré con el maravilloso mundo del FreeLance, y fue
como si un arcoíris entrara a mi mente y rodara un soundtrack de arpas. Las
cosas empezaron a mejorar, y por primera
vez, no estaba haciendo lo que la mayoría hace. Trabajo con mi propio horario,
tengo un buen puesto dentro de una compañía que es absolutamente virtual (todos
sus colaboradores utilizamos Skype como oficina), tengo un sueldo aceptable, y
he aprendido infinito.
No obstante, como sé que esto del FreeLance es todo y nada
al mismo tiempo, volvió a mi mente la idea de hacer lo que los demás hacen, y
es conseguir un trabajo estable, con prestaciones, horario de oficina y bla, bla, bla, pero luego
de mandar unas cuantas hojas de vida, reaccione y recordé que siguiendo a Vicente
como la demás gente, no había conseguido nada. Así que tome una decisión, inventarme mi propia
ruta, primero deje de seguir a Vicente, y acepte lo que el destino me preparó, con
las condiciones de estar a gusto, actualizándome y aprendiendo. Después cree un negocio, es pequeño, aun no sé
si es tan bueno en comparación con otros, y queda mucho trabajo por hacer, pero
por algo se empieza (obvio no me iba a ganar un premio de FITUR, a pocos meses
de haber comenzado), no sé a dónde me llevara, pero me hace feliz. Lo bueno de esto, es que nunca me he afanado
por tener más dinero del que necesito, tampoco siento la necesidad de pagar un
Iphone a 24 cuotas y menos ocho años de mortificación, con la finalidad de
convertirme en la última piloto de mi ciudad.
Todo esto me ha dejado una gran lección que me gustaría compartir
con colegas, recién egresados o próximos a graduar, no esperes a conseguir el
trabajo de tus sueños mandando hojas de vida por bolsas de empleo, no creas que
tu apellido o experiencia súper internacional merezcan lo más alto, y menos
esperes a ganar más de lo que sabes que te mereces. En Colombia, para conseguir
un puesto de oficina, de esos de ocho horas diarias, tienes que ser de los que
sigue a Vicente sin pensarlo dos veces, y los reclutadores saben
identificarlos, así que no intentes engañarlos. Otro punto es que en este país,
a las empresas les conviene más tener 30 técnicos a sueldo mínimo cada uno,
trabajando mecánicamente, que a 5 profesionales recién egresados, con ínfulas de
CEO. Un tip, consigue tus propios técnicos y sé el único que se crea el dueño, ¿es más chévere no?, y por último, no te
resignes a lo que no te gusta, si ya trabajas en algo que no te apasiona, créalo
tú mismo, así inspiraras a otros a salir de la nube gris en donde están.