viernes, 13 de diciembre de 2013

HACIA UN ESTADO EQUILIBRADO POR LA ACCIÓN COMUNICATIVA.

Para la conformación de una sociedad basada en el cumplimiento de normas o leyes creadas por el estado con la finalidad de establecer un orden social y político que desemboque en la estructuración de una colectividad en busca del desarrollo y pleno establecimiento,  es preciso e inevitable como una pretensión de rectitud, entendida desde la perspectiva del análisis del lenguaje, como la acción del hombre regido por reglas legítimas, creer que un estado de opinión logre solucionar problemáticas sociales, las cuales profundizan en áreas que se encadenan, como lo es la política, lo económico y cultural, obviando la existencia de la legitimidad precisa para una sociedad. No obstante, la presencia de un estado democrático diferencia en el hecho de que este se ajusta a los  parámetros de la constitución real basada en la racionalidad y que a su vez brinda la oportunidad de opinar, lo que impide incursionar en lo subjetivo y unilateral.
Así mismo, los medios de comunicación despliegan sus acciones dentro de escenarios en donde la compresión mutua de una proposición entre estado y sociedad general, permite un balance entre distintos universos y sus distintas presunciones, desarrollando así una relación entre la acción comunicativa y un estado democrático, en donde la opinión supera la expresión de tecnicismos representados en cifras o estadísticas representativas del pensamiento colectivo.
Es por eso que para que este equilibrio pueda ser llevado a cabo, es necesario el cumplimiento de los cinco niveles que Guillermo Hoyos Vásquez, menciona en su artículo, Estado de opinión: ¿información, comunicación y lenguaje públicos? :
El mundo de la vida, es el espacio en donde se conjugan todas las personas y sus experiencias, lo que es entendido como, un contexto físicamente básico, en donde el entendimiento y la aceptación del otro, no pretende aceptar o asumir su posición como propia, resultado de un proceso educativo en donde la exposición del pensamiento, hace evidente la disolvencia que pueda existir entre las esferas pública y privada.
Por otro lado, una sociedad civil solo es concedida a través de la relación que se construye entre toda clase de manifestaciones producto de la multiculturalidad, lograda por una educación pluralista.
Así mismo, lo público cumple el papel de conector entre intereses comunes y la interacción entre sociedad y estado, lo que amerita de la creencia del otro, como un ser distinto a los demás, lo que en esencia sería la base de un estado democrático en donde realmente la opinión expresada.
Es así como lo político también se crea de la lucha incansable por el reconocimiento de otro, para así evitar caer en sólo tener en cuenta los intereses de una esfera privada que resulta en corrupción y discusión negativa, presupuesto totalmente opuesto a lo que significa la democracia y opinión, lo que desemboca en un estado de derecho, logrado gracias a consensos a través de la comunicación, que aún es vista como un proceso en donde la finalidad es lograr pactos que permitan la fluidez en la búsqueda de una solución a problemáticas como la violencia, discriminación o exclusión.

En las anteriores estipulaciones la acción comunicativa, siempre estuvo expresada a partir del hecho de la descentralización de la razón, autorizando una cooperación mutua entre partes, que adquiriendo el principio del entendimiento desde la compresión del mundo desde una perspectiva objetiva, social y subjetiva, conllevando a la superación del desacuerdo, gracias al equilibrio de los tres mundos y sus propias pretensiones. 

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